En un acto emotivo y entrañable, Antonio César Morón presentó en Granada su nueva obra literaria, titulada Mientras las limusinas esperan en la calle; esta vez aborda un nuevo género, la novela, y después de tener acostumbrados a los lectores a sus escritos dramáticos y poéticos, ahora nos sumerge en una historia policiaca donde da rienda suelta a su imaginación, la crítica social y consigue buena literatura haciéndonos acompañar a su protagonista, el detective Emilio Irene, por ciudades como Granada, Melilla, Sevilla y Nueva York.
Introducido el acto por Juan Peregrina, representante de Editorial Nazarí, el libro tuvo dos presentadores de excepción: Juan Carlos Friebe, poeta y organizador de eventos culturales en la ciudad de Granada y el novelista y poeta Alejandro Pedregosa.
Juan Carlos Friebe recordó sus lecturas cuando era un niño y empezaba a dar sus primeros pasos como lector e incluso escritor de sus primeras obras policiacas que como afirmó el mismo escritor, dichos descubrimientos fueron las que le motivaron, las aventuras, Agatha Christie y Los cinco, a seguir leyendo e introducirse en el mundo literario para seguir descubriendo otros tipos de libros, de géneros y de compañías y maestros: al realizar la semblanza de Antonio César Morón, recomendó vivamente el libro ya que en su opinión era una muestra más del buen hacer literario del escritor alpujarreño. Con el humor que caracteriza a Freibe y la elegante ironía que practica, avivó las sonrisas de todos los presentes.
Alejandro Pedregosa, por su parte, sin querer desvelar nada de la trama compuso un relato en el que mezcló erudición, lucidez y su experiencia lectora vivida a través de Mientras las limusinas esperan en la calle, obra que según el novelista, cuenta con todos los ingredientes de la novela clásica negra y aporta algo más, al estar filtrada por la cultura, lecturas y bagaje literario del autor. La sorpresa, los personajes y la crítica social fueron desmenuzados perfectamente por Pedregosa, especialista en el género y amante del mismo. Pedregosa, al igual que Freibe fue ameno, didáctico y entretenido dejando a la gente y al autor satisfechos por el recorrido realizado en su intervención.
Ambos presentadores al igual que el público escucharon la intervención de Morón con gran interés y comprendieron que habían acertado en sus juicios ya que el mismo Morón se sorprendió de las buenas lecturas realizadas por ellos.
Morón concluyó con un par de párrafos del libro: el principio que da la clave de la retórica y trama en un contraste hermoso, que al fin y al cabo es lo que entre otras herramientas literarios, sustentan este magnífico libro.
El público se acercó a que le firmara el autor un ejemplar ya que la primera novela de Morón levanta mucha expectación, y desde Nazarí esperamos que lo siga haciendo.