El Mecanismo en la Biblioteca Emilio Prados
El pasado 15 de diciembre se presentaba en la Biblioteca Emilio Prados de El Palo la primera novela de Juan Antonio Núñez, titulada El Mecanismo. José Luis Ortiz ejerció de presentador y abrió el acto, secundado por Víctor Manuel Pérez Benítez que realizó un magnífico análisis (os lo dejamos más abajo) y mantuvo una entrevista con el autor. Juan Antonio Núñez reflexionó sobre las experiencias que le llevaron a escribir esta novela, su estilo y la inclusión de los sonidos en códigos QR en el libro y mantuvo una entretenida charla con Víctor Manuel. El público se mostró participativo y preguntó sobre algunas cuestiones al autor, manteniendo en todo momento una atmósfera muy cercana.
El Mecanismo de Juan Antonio Núñez. Ciencia ficción en estado puro
La literatura es la expresión de los sueños y la imaginación, y siendo la imaginación el motor de la ciencia, la ciencia ficción cristaliza con carácter retórico, poético y crítico todas aquellas cuestiones humanas propias de lo onírico, lo científico y lo imaginativo para proyectarlo poéticamente en las obras. Debido a ella, vemos el futuro proyectado, lo que está por llegar, el por-venir posible, narrativo de la humanidad. Pero también, la intención es humanista y reflexiva, porque la ciencia ficción invita con sus obras a contemplar alternativas, otros futuros viables y alternos, y la reflexión seria de los comportamientos humanos ante la tecnología.
Restituir el valor de la literatura de ciencia ficción en la escuela y en la sociedad nos permitirá, por tanto, comprender el sentido de la historia, la tecnología, el arte y la ciencia.
La masificación y popularización de la literatura de este género va acompañada de una intención de despertar al lector de la ingenuidad y convertirlo en un público lleno de lectores críticos y voraces. El valor agregado de estas obras es su capacidad para sugerir al lector los límites, avances y peligros de la ciencia, la tecnología y la humanidad en un mundo digital y electrónico.
Pero también parte del alumbramiento de la obra consiste en la capacidad para acceder al mensaje o los mensajes ocultos que el autor deja en puntos suspensivos, “los silencios del texto”, los espacios que el lector va ocupando intuitivamente, los cuadros mentales de la sospecha, la pesquisa, la intuición, son allí fundamentales.
Ahora bien, en la lectura de ciencia ficción siempre hay un reto para el escritor y el lector; si no hay reto, no habrá el necesario “pacto de ficción” y mucho menos el “horizonte de expectativas” básico para mantener pendiente a los fanáticos del género. Es lo que llamaría la cuarta dimensión de la literatura. Aristóteles mencionaba: “La función de poeta no es narrar lo que ha sucedido, sino lo que podría suceder, y lo posible, conforme a lo verosímil y lo necesario”. Es ahí donde la labor del escritor de ciencia ficción encuentra su poética, en su capacidad de generar el juego del lector una vez ha sido sorprendido y maravillado por el escritor.
Los espacios creados por Juan Antonio Núñez son poética y son ficción, son ciencia y reflexión, late en su historia un reto para crear nuestro propio “horizonte de expectativas”. La lectura nos inquieta y nos asombra concediéndonos un tono permanente de tensión. Crea un espacio de belleza en la interrelación hombre-máquina marcado por la pasión y la angustia permanente, por un devenir insospechado, por una mutua dependencia que constituye la singularidad tecnológica, el vértigo social de la interacción hombre-máquina. Paralelamente aparece en El Mecanismo una crítica mordaz de la civilización humana personalizada en la actitud del protagonista Andrés frente a lo extraño y desconocido, frente a ese artefacto que vibra persistente y ruidosamente al que intenta aniquilar y destruir.
Con una cuidada forma exterior, la novela permite construir un mensaje oculto, que es el propio tono del autor en su forma interior, un tono susurrante que a partir de los sentidos superficiales arrastra al lector a una experiencia lectora estética no exenta de asombro y angustia ante las situaciones descritas. Acertadamente Juan Antonio Núñez busca la catarsis y provoca el shock de lector.
La ciencia ficción huye, en su manifiesta rebeldía, de la lectura mecánica y automática del lector, se rebela en su construcción poética contra toda forma de dominación textual y busca en la composición de imágenes propuestas al lector un verdadero universo de visiones y posibilidades que se enriquecen con su propio diccionario de experiencias.
El Mecanismo utiliza además modelos modernos y técnicas brillantes y audaces como es los códigos QR, hasta ocho audios que nos conectarán de forma vívida a la historia que se nos narra. Con solo leerlos mediante nuestro teléfono móvil asistiremos a esos ruidos que nos levantarán del reposo de la lectura, produciéndonos el desasosiego, son creaciones del autor que, como músico, experimenta con el ritmo musical a la par que el ritmo del texto en un equilibrio difícil de conjugar pero que sin duda Juan Antonio Núñez logra con brillantez.
No voy a desvelar mucho más de la trama y menos del desenlace que es realmente sorprendente e inesperado, solo anunciar que no disfrutaréis mucho con esta novela, no es la intención última del autor, pienso yo, pero sí os puedo asegurar es que no olvidaréis la lectura de este apasionante thriller de ciencia ficción, que servirá para haceros reflexionar y aficionaros a un género tan atractivo como, en cierta manera, minusvalorado.
Así pues, siéntense, relájense, ya sea en su butaca preferida o sentados frente al mar, da lo mismo, y vivan la apasionante e inolvidable aventura de leer “El mecanismo”.
Víctor M. Pérez Benítez
Málaga a 12 de diciembre de 2017.