Entrevista a Carolina Molina

Os dejamos la entrevista de Juan Peregrina Martín a la cuentista Carolina Molina, referente de la novela histórica ambientada en Granada, que nos habla de El falsificador de la Alcazaba, y de otros proyectos.

  • Con El falsificador de la Alcazaba, sigues escribiendo como anteriormente sobre Granada, sus gentes y costumbres. ¿Cómo empezó tu pasión por la tierra nazarí?

Comenzó hace muchos años, más de veinte, con una ruta lorquiana. Siempre había estado cerca de Granada a través de la literatura de Federico y con el tiempo se materializó con un acercamiento personal. Escribí mi primera novela La luna sobre la Sabika y desde entonces no he dejado de escribir sobre Granada.

  • En la novela hay misterio, engaños, pillería… como bien escribes el siglo XVIII estaba plagado de pícaros: ¿era una manera de subsistencia, de no morir de hambre?

En parte. Si nos ponemos a pensar, poco ha cambiado de la esencia política y social de los españoles. El s. XVIII tiene mucho del XVII en cuanto a los engaños y pillerías que indicas pero también de esplendor y amplitud de mentes, es el siglo de las renovaciones sociales, de la ciencia y de la concienciación de la libertad ciudadana. Puede decirse que en ese momento histórico se gestaron cosas muy buenas pero también muchas falsedades que han ido arrastrándose siglos después.

  • Juan de Flores es un personaje enorme, de una relevancia fundamental. ¿Qué puedes decirnos de él sin que el argumento se vea dañado?

Como me dijo Manuel Sotomayor, su biógrafo, Juan de Flores, fue un nombre que hizo cosas inaceptables pero también cosas grandiosas, como el descubrir la Granada romana con unos medios muy elementales. Se dejó manipular por otros y le pudo la necesidad de notoriedad. En el fondo es un personaje muy tierno o por lo menos ese es el enfoque que he querido darle.

  • El género de la novela histórica te produce muchas satisfacciones… ¿nos puedes contar por qué?

La novela histórica me ofrece todas las posibilidades en literatura. Enfoques novedosos y recrear tiempos pasados, con una labor muy cercana a la investigación periodística. Por otro lado me permite trabajar con diferentes sectores, desde el educativo hasta el literario. Además, con las charlas, rutas y jornadas, puedo relacionarme con los lectores de los que siempre aprendo mucho.

  • La fluidez de la novela es asombrosa: se lee con una velocidad propia del cuento. ¿Algún truco aparte del trabajo de investigación, selección y estudio de los documentos utilizados?

Creo que la novela, sea del género que sea, debe arrastrarte a su lectura. Desear seguir leyendo. Mis novelas son muy dinámicas, rápidas y si te pones, hasta divertidas, pero no por eso hay que perder la oportunidad de reflexionar sobre lo que dices ni de olvidarte de los personajes, en los que pongo interés especial tratándolos como personas y no como entes imaginados. Los trucos los vas adquiriendo con la experiencia y leyendo a otros autores, en especial los del siglo XIX a los que debemos el entender la novela como hoy se escribe. La novela realista y la que produjo la Generación del 98 son mis lecturas favoritas de las que tomo sus técnicas narrativas.

  • La verdad y la mentira atraviesan El falsificador de la Alcazaba desde el propio título. ¿Qué van a encontrar los lectores que se acerquen a la novela?

Como bien has dicho antes, esta es una historia dinámica que no parece real pero está contada paso a paso como lo hiciera Manuel Sotomayor en su biografía sobre Juan de Flores «Cultura y picaresca en la Granada de la Ilustración». Nos encontramos con una trama que parece sacada de la imaginación más extravagante pero resulta que todo lo que se cuenta en esta novela es verdad.

  • “No era la primera vez que se manipulaba la historia de nuestros ancestros ni que se pusiera más interés en desvirtuar la verdad que en comprometerse a buscarla”. Espléndida frase para referirte al pasado… ¿o al presente? ¿Cuántas cosas hemos visto este siglo y el pasado que fueron ciertas y nos cuentan hoy que son mentira o viceversa? ¿Este género advierte de lo que puede venir?

Totalmente, una de las virtudes de la novela histórica es que te hace reflexionar sobre el antes y el después. Sabiendo cómo hemos sido, comprendemos cómo somos, lo que a veces nos lleva a una profunda reflexión y otras a una profunda decepción.

  • ¿Quiénes son para ti los referentes de la novela histórica que deberíamos conocer para disfrutar del género?

No me gusta hablar de escritores actuales porque conozco a muchos y destacar a unos pocos no me parece justo. Yo vuelvo siempre a Galdós. Hay quien no lo considera novelista histórico a pesar de sus maravillosos Episodios Nacionales, pero si lees sus novelas encuentras las claves de cómo escribir una gran novela histórica: recreación histórica y cuidado estilo narrativo, fusión entre personajes reales con ficticios y dos tramas paralelas, la real y la imaginada. Galdós lo tiene todo. Creo que ya he dejado patente que tras Federico es mi escritor preferido.

  • Las ‘Jornadas de Novela Histórica de Granada’ fueron el principio del reconocimiento del género en Granada. ¿Cómo surge la idea de organizarlas?

A iniciativa del autor de novela histórica Blas Malo que me propuso organizar un evento dedicado a este género. Ana Morilla se unió a nosotros y realizamos en 2013 las primeras jornadas dedicadas a al-Andalus. Posteriormente comprendimos que tendríamos que seguir tras el éxito conseguido y siendo Morilla sustituida por el también autor Mario Villén, fundamos una asociación para realizar actos durante todo el año. Ya llevamos seis jornadas y vamos hacia la séptima.

  • La novela es una de las que más aceptación ha tenido desde que se publicara… ¿en qué estás ahora, Carolina? ¿Qué proyectos literarios bullen en tu cabeza?

Demasiados. El primero es la publicación en febrero de 2017 de mi próxima novela, enmarcada casualmente en este siglo XVIII. Se ambienta en Granada y Madrid y…hasta ahí puedo decir por el momento. Es, con mucho, la novela más divertida que he escrito. Luego tengo otras dos pendiente de publicarse, una de ellas la continuación de la Saga de los Cid (Guardianes de la Alhambra y Noches en Bib-Rambla). Como coordinadora de jornadas ya preparo las Segundas Jornadas Madrileñas de Novela Histórica, que serán en abril junto al equipo Olalla García, David Yagüe, Víctor Correas y Eduardo Valero. Seguro que saldrá alguna cosa más, pero por ahora creo que es suficiente ¿no te parece?

Muchas gracias, Carolina, por tu tiempo y tus respuestas.