Os dejamos la entrevista de Juan Peregrina Martín a Manuel Montalvo, narrador y ensayista, que recientemente ha publicado Parapocos y perplejos, colección de relatos.
- ¿Qué supone para usted publicar un nuevo libro de cuentos?
Muy sinceramente nada en especial y seguramente no habría vuelto a publicar de no querer demostrar mi mucha gratitud a algunos amigos que están en la creencia de que mi literatura sea conocida
- Parapocos y perplejos es el título, ¿qué quiere decir?
El título Parapocos y perplejos responde con claridad al interés de los relatos o short stories. Están dirigidos a “pocos” y aluden a “parapocos”, a individuos cortos de genio o de espíritu que las circunstancias los llevan y traen como cantos de una pedregosa playa sin más horizonte que la perplejidad.
- ¿Cuáles son los rasgos más significativos de su libro?
Para mí es muy difícil decir cuáles son los aspectos más significativos. El significado de los hechos en tanto concepto es de muy difícil aprehensión: ¿qué significa qué, para quién, cuándo, por qué? Estos interrogantes que forman un paralelogramo kantiano a la postre se desvanece como ligera bruma. El significado está en razón de los juegos de palabras, de cómo se combinen, para ser finalmente el lector o destinatario el que extraiga un significado concreto dependiendo de su interesado punto de vista.
En la constancia de la volubilidad de los significados, los relatos se escriben en primera o segunda persona tratando de poner de manifiesto la duda o la confusión que de inmediato domina al personaje.
- ¿Hay algo del ensayista que es Manuel Montalvo en estos cuentos?
En los dos ámbitos en los que me desenvuelvo, ensayo y narración, lógicamente está presente tanto mi forma de pensar como mis conocimientos. Aunque pretendo diferenciar los dos géneros, puede exista alguna clase de “contaminación”. Ciertamente al escribir un ensayo soy muy exigente, el género lo requiere; pero también lo soy, creo que aún más en los relatos cortos o cuentos, pues como es comúnmente sabido no es precisamente fácil esta variante literaria.
- ¿Qué temas trata en sus cuentos y qué personajes aparecen?
Son sucesos cotidianos, los propios de personas que se desenvuelven en esos espacios de la “vida es como es”. Muchas veces son situaciones absurdas que no tiene una respuesta cartesiana, pues lo que no existe en realidad son las situaciones cartesianas.
- La actualidad le preocupa como deja constancia en algún texto: ¿podemos hacer algo desde la literatura para resistir?
Claro, la actualidad me preocupa y mucho, pero no creo que la literatura pueda servir para cambiar el curso de la historia. A pesar de lo que dijera Celaya, la poesía no es un arma, los versos no son disparos. Incluso las aguerridas vanguardias de los poetas rusos anteriores a la revolución soviética, digo por caso Esenin, digo por caso, ya posterior a la revolución, como Mayakovski, tuvieron más relevancia sus estrambóticos suicidios que su poética.
Después de Auswitch, como dijo Adorno, no se debería de escribir más poesía, sin embargo Paul Eluard siguió escribiendo, después de haber sufrido aquel derrumbamiento de la noche.
- ¿Es la intelectualidad una forma de vida ante la preocupante mediocridad que nos rodea y el mal gusto que nos embarga?
Ciertamente la intelectualidad es una tabla de salvación ante el naufragio en este revuelto mar de la mediocridad.
- ¿Qué piensa de la literatura actual, tiene algún autor de cabecera?
En este sentido, me viene a la memoria la defensa de las “telenovelas” por parte de un afamado escritor dedicado al “guerracivilismo”. Desde luego, el problema no reside en los gustos de este escritor, tampoco en sus dotes, sino que a través de los aparatos de propaganda marca una muy pobre tendencia.
- ¿Cuáles son sus referentes literarios?
Mis referentes literarios son especialmente son todos aquellos escritores creadores de los grandes monumentos literarios, sin ninguna excepción. Hacer relación sería pecar de mal contable.
- ¿Cuánto tiempo le ha llevado escribir estos cuentos?
Mucho. No es que haya estado dedicado exclusivamente a las labores literarias, debía compaginar estas con el ejercicio de mi profesión y en escribir artículos en revistas especializadas; pero sí, le he dedicado bastante tiempo, que a lo peor no se corresponden con su interés literario.
Muchas gracias, Manuel, por su tiempo y sus respuestas.