Os dejamos la entrevista de Juan Peregrina Martín a Mar de los Ríos, tras la reciente publicación de su nueva novela titulada Luciérnagas.
- Mar, acabas de publicar Luciérnagas: ha sido presentado en la Casa de los Tiros y volveremos a reunirnos en torno a esta novela en la Feria del libro, el 1 de mayo: libro de bello título bajo el que late y brilla una metáfora: ¿puedes hablarnos de ella?
Siempre me ha interesado el saber de mujeres, la vida y obra de las que a lo largo de la Historia tuvieron inquietud intelectual de todo tipo y cómo lucharon para hacerse escuchar en un mundo que las recibía con tantas reticencias. Una Historia, la de la Humanidad, donde no suelen estar representadas. De otro lado, la definición de luciérnaga según la RAE empieza con algo así: es una clase escarabajos donde las hembras no se desarrollan totalmente conservando un aspecto larvario. No tienen alas como los machos, por lo tanto no pueden volar. Desarrollan la capacidad de iluminarse o apagarse en su hábitat como parte de su leguaje. La metáfora estaba servida, es solo cuestión de encajar las piezas.
- ¿Qué cuenta la historia de tu libro?
La trama digamos que es un cuadro colorista desarrollado sobre un fondo de primavera del 1773 entre Granada, la Alpujarra y otras ciudades. Los protagonistas principales son: Eulalia una niña de quince años que viene del convento de las Carmelitas Calzadas de Granada y entra a servir en la Casa de los Tiros, propiedad de los Marqueses de Campotéjar en Granada. Eulalia es una muchacha muy especial, una superviviente, que tiene además la capacidad de hablar con las ánimas. De otro lado está su mentora, sor Adoración, que empieza escapando de su vida de monja adulta y sensata buscándose a sí misma. A partir de ellas dos se desarrolla todo un universo de biografías, de vidas cruzadas, de arte, de sentimientos, de sombras y luces que representan a la postre al ser humano y que juntos tienen sentido, aportando una historia, espero que suficientemente sólida en sí misma.
- Un libro como Luciérnagas, por etiquetarlo, como hoy etiquetan los críticos todo: ¿entraría en la categoría de novela histórica? Porque ya sabes que la crítica feminista lo haría suyo rápidamente…
Yo quiero que lo hagan suyo todos los lectores y todas las lectoras. A mí las etiquetas no me gustan, pero entiendo su necesidad. Lo que pasa que luciérnagas es reflejo de su autora, una mezcla, un cóctel espero que vivificante para todo el que lo tome. Pero si insistes, te diré que tiene una cuarta de novela histórica, doscientos gramos de realismo mágico, ciento setenta y cinco de base artística y dos cucharadas rasas de sentimiento. Todo ello espolvoreado con sentido del humor.
- ¿Por qué son fundamentales y están tan presentes los personajes femeninos en el libro?
Porque yo escribo desde los ojos de las mujeres, vivo y siento desde la piel de una mujer. Eso no significa que no haya también personajes masculinos que saben dar réplica a los femeninos. Y para quien albergue dudas, le diré que pienso que Luciérnagas es una historia que puede gustar mucho a los hombres, precisamente porque te sitúan en ese mundo donde no suelen haber estado nunca y creo que les va a sorprender muy gratamente.
- ¿Cuál es la mujer más interesante —de las muchas que aparecen— para ti como personaje?
Yo escribo también de manera muy coral. Si tengo algún secreto, es que trabajo mucho y eso incluye a los secundarios, aportando estos mucha fuerza a la trama. Me encanta Eulalia, pero también adoro a Sabina de Liezma y a don Giovanni, y la aparición estelar del rey Carlos III me parece muy efectista… No sé, siento que todos viven en mí para siempre, que todos son necesarios y que forman parte de una trama con encanto.
- ¿Cuál es el momento, sin desvelar la trama, que puede ser más emocionante para los lectores?
Sin duda la parte del realismo mágico, digamos los encuentros con las mujeres de luz, aporta una pátina de cuento de hadas que a mi me fascina como lectora y autora.
- Pregunta obligada: ¿piensas que el público de la novela será mayoritariamente femenino? ¿Por qué, y volvemos a las etiquetas, no va a poder disfrutar un hombre de esta novela, como hablábamos al presentar la novela?
Yo empecé a escribir con ese digamos complejo de que mi obra era para mujeres, porque hablaba desde los ojos de las mujeres de todos los tiempos. Llevo ya cinco novelas en esta línea y desde la primera tuve la suerte de contar con muchos hombres que cayeron rendidos en las tramas tanto como las lectoras y así me lo han manifestado a lo largo de mi trayectoria. Yo leo indiscriminadamente obras de autores y autoras porque me interesan lo que cuentan y cómo lo cuentan. Cada cual que saque sus propias conclusiones.
- ¿Cuáles son tus referentes literarios? ¿Qué autores son los más requeridos con fruición por Mar de los Ríos?
Soy poco proclive al fenómeno fan, me aburre. Tengo obras favoritas, más que autores/as favoritos. Pero te diré dos de mis mil quinientas obras favoritas: Alicia en el país de las maravillas y Mujercitas. Digamos que la literatura anglosajona del diecinueve y veinte ocupan mucha parte de mis estanterías.
- ¿Cuánto hay de trabajo y cuánto de inspiración, Mar, por romper (o no) con algunos de los tópicos que algunos lectores siguen teniendo en la cabeza?
Todo se resume en la famosa máxima: que la inspiración te pille trabajando. A lo que yo añadiría: y que no te falte cada día la ilusión, a pesar de todas las tortas que te van a dar… Si es así eres una escritora digan lo que digan los demás.
- Terminamos, Mar, interesándonos por tus futuros proyectos literarios, porque algo te rondará por la cabeza…
Me rondan muchas cosas, entre ellas dejar de escribir y dedicarme a viajar por el mundo, que es otra de mis pasiones. Como ves soy anárquica de pensamiento, me cuestiono cada día a mí misma y a lo que hago y creo que al final eso es bueno, salgo ganando. Ya se verá, de momento, aquí están mis Luciérnagas que espero disfrutar como si fuera lo último que hago, que he fabricado con todo mi esfuerzo y mi amor y que confío en que sabrán aportar luz a muchos lectores y lectoras. La luz de vivir otros mundos en primera persona.