El diccionario que Juan Carlos Rodríguez nos propone es un escaparate repleto de coloridos frutos. Frutos que ha ido cultivando con los años, con la paciencia del agua y de la tierra, con su mano de experimentado agricultor. Hoy esas frutas se abren, se pelan, se despiezan y se licúan en este libro para que cada cual pueda saborearlas a su antojo.
La manera en la que se nos presenta el banquete no está exenta de originalidad. Este libro es el diccionario particular y sentimental del autor. Las palabras estallan desde el interior de la semilla y adquieren nuevas definiciones que amplían la significación común del diccionario al uso. Pero el ensanchamiento no acaba ahí. Inmediatamente después de cada nueva palabra aparece, en forma de poema, un eco inmediato, un rebote en la pared de nuestra conciencia que nos lanza a un territorio inesperado: lo lírico. Se entiende entonces que las palabras de Juan Carlos aspiran a la altura, a la renovación constante, a la apropiación sentimental del alma —sea esto lo que sea— del lector.
El diccionario que Juan Carlos Rodríguez nos propone es un escaparate repleto de coloridos frutos. Frutos que ha ido cultivando con los años, con la paciencia del agua y de la tierra, con su mano de experimentado agricultor. Hoy esas frutas se abren, se pelan, se despiezan y se licúan en este libro para que cada cual pueda saborearlas a su antojo.
La manera en la que se nos presenta el banquete no está exenta de originalidad. Este libro es el diccionario particular y sentimental del autor. Las palabras estallan desde el interior de la semilla y adquieren nuevas definiciones que amplían la significación común del diccionario al uso. Pero el ensanchamiento no acaba ahí. Inmediatamente después de cada nueva palabra aparece, en forma de poema, un eco inmediato, un rebote en la pared de nuestra conciencia que nos lanza a un territorio inesperado: lo lírico. Se entiende entonces que las palabras de Juan Carlos aspiran a la altura, a la renovación constante, a la apropiación sentimental del alma —sea esto lo que sea— del lector.
Juan Carlos Rodríguez Torres es natural de La Zubia (Granada), donde nació en 1971. Es diplomado en Trabajo Social y Educación Social. Actualmente trabaja como Animador Sociocultural en la Casa de la Cultura de Albolote.Ha publicado tres novelas: La vida imperfecta (Novelnobel 2015, Ediciones PG 2018), Justicia invisible (Novelnobel 2016) y La maldición de Judas (Ediciones PG 2018).Publicó también dos poemarios, Tiempo de Serpientes, en 2017, con la editorial Entorno Gráfico y el Ayuntamiento de Albolote; y El diccionario del alma, en 2021, con Editorial Nazarí.Fue cofundador y subdirector de Ediciones PG, director de la revista Zubyah y redactor en la revista Solonovelanegra.Finalista del I Certamen Literario Fundación Juan Carlos Pérez Santamaría. Modalidad Poesía. 2022. Finalista XXIX Certamen Literario “Álvarez Tendero”, Premio Arjona de Relato Breve 2016 y ganador del primer Certamen de Poesía “Villa de La Zubia” en 1988.Participó en el II Festival Internacional Guadalajara en Negro en 2018.Ha organizado diferentes eventos literarios como “En pie de verso”, dedicado a la poesía social, y “Poesía Inversa”, dedicado a la poesía escrita por mujeres. Leer más sobre Juan Carlos Rodríguez Torres
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