Descripción
“Muchos de estos textos son reflexiones que el otro yo de su autor no pierde la oportunidad de contradecir o, al menos, aportar otro punto de vista. Podríamos decir que Antonio Fernández Ferrer al usar esta técnica está, de alguna manera, anticipando posibles confirmaciones o negativas a estas reflexiones, y también haciendo partícipe directo de esos Monodiálogos (y entonces ya es un verdadero diálogo) a quien lee, a quién está del otro lado de estas páginas, al otro lado del espejo.
Es, también, esta técnica un recurso que conecta a la perfección con nuestro tiempo. Uso el verbo conectar a propósito porque, como imaginarán, me estoy refiriendo a las ya no tan nuevas formas de comunicación gracias a las —menos nuevas aún— tecnologías. Esa retroalimentación e inmediatez que son ajenas al modelo de Gutenberg son mucho más fáciles de encontrar en Monodiálogos frente al espejo, porque se utilizan modos característicos de otros géneros, como el diálogo, intrínseco del teatro y refrescante o estéril en la novela. Tal vez el autor sea el precursor de un nuevo género, una amalgama feliz entre teatro, ensayo, minificción, autobiografía y, si me apuran, hasta de libro de autoayuda.
No digo que sea necesario hacer examen de conciencia ni psicoanalizarnos ni siquiera hacer acto de contrición, solo aconsejo que lean estos Monodiálogos y se dejen llevar por todo lo que no se ve, más allá del tema: la sensibilidad, la honestidad, la coherencia.”
Carlos de la Fé
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