¡Qué tiempos estos, en los que los esclavos agradecen cada golpe de fusta sobre los hombros, las revoluciones se devoran a sí mismas y las humildes llaves se niegan a facilitarnos la salida! El último de los 36 justos desaparece en el estomago de su perro y los banqueros lloran, envueltos en sus propias crisis, tan humanos ellos, cuando ponen en marcha sus mecanos sentimentales. No hay cura para la locura, declama Alonso Quijano, bastante achispado, y la inocencia es un bien escaso que cotiza a buen precio en bolsa. Por eso, cuando las enormes manos del Padre (sin ese dedo amputado que se conserva en el sótano) caigan sobre nosotros, preferiremos que nos coman los monstruos que reptan por el desván o los que se ocultan en el bosque. Como último recurso en esos momentos aciagos podemos implorar misericordia a Dellael, esa peculiar divinidad líquida, pero anda muy ocupada diseñando su pedagogía para larvas en forma de cadáver…
Este libro de relatos contiene todo aquello que cabe entre un niño que gira y gira, arrebatado, hasta perderlo todo de vista, y un viejo que baila ante el mundo, desmemoriado y ausente, inmerso en una curiosa y tierna felicidad.
¡Qué tiempos estos, en los que los esclavos agradecen cada golpe de fusta sobre los hombros, las revoluciones se devoran a sí mismas y las humildes llaves se niegan a facilitarnos la salida! El último de los 36 justos desaparece en el estomago de su perro y los banqueros lloran, envueltos en sus propias crisis, tan humanos ellos, cuando ponen en marcha sus mecanos sentimentales. No hay cura para la locura, declama Alonso Quijano, bastante achispado, y la inocencia es un bien escaso que cotiza a buen precio en bolsa. Por eso, cuando las enormes manos del Padre (sin ese dedo amputado que se conserva en el sótano) caigan sobre nosotros, preferiremos que nos coman los monstruos que reptan por el desván o los que se ocultan en el bosque. Como último recurso en esos momentos aciagos podemos implorar misericordia a Dellael, esa peculiar divinidad líquida, pero anda muy ocupada diseñando su pedagogía para larvas en forma de cadáver…
Este libro de relatos contiene todo aquello que cabe entre un niño que gira y gira, arrebatado, hasta perderlo todo de vista, y un viejo que baila ante el mundo, desmemoriado y ausente, inmerso en una curiosa y tierna felicidad.
Antonio J. Serrano Fontana (Granada, 1961) es Licenciado en Derecho y Máster en Prevención de Riesgos Laborales, Titulado Superior en Análisis Químico y en Administración y Contabilidad. De profesión, Titulado Superior en la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía.Miembro fundador del grupo de títeres “Totolín”. Colaborador de la revista literaria El Erizo Abierto. Finalista del Premio de Narrativa “García Lorca” de la Universidad de Granada en 2000. Ganador del Certamen Literario “Torreón 2003-2006”, de Las Gabias (Granada). Seleccionado en 2011 para la publicación de dos microrrelatos como finalista del II Premio de Microrrelatos “Museo de la Palabra”, de la Fundación César Égido, uno de los concursos literarios más concurridos del mundo, con cerca de 35.000 participantes. Ganador del XVII Premio de Relatos Breves de Verano del Diario Ideal de Granada en 2014. Organizador y responsable de la puesta en marcha y funcionamiento de la Biblioteca Municipal de Peñuelas (Láchar-Granada) entre 2008 y 2011. Miembro del Taller de Escritura Creativa de la Biblioteca Municipal del barrio de la Chana (Granada). Leer más sobre Antonio J. Serrano Fontana
Autor
ISBN13:
9788418163982
Colección:
Mexuar
Tamaño:
14x21 cm
Páginas:
177
Idioma:
Castellano
Edición:
1ª Ed.1ª Impr.
Fecha de impresión:
Mayo 2022
Encuadernación:
Rústica con solapas
Más información
Valoraciones
No hay valoraciones aún.
Solo los usuarios registrados que hayan comprado este producto pueden hacer una valoración.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.